Pekeño Juan (gritos feos)
Nanín (Bajo - que cayó en lo más bajo)
Milo (Batería de cocina)
Y alguien que nunca supo tocar la guitarra y menos afinarla...
Fue un ensayo que grabamos hace 5 años atrás. Era todo un hueveo, diversión y distorsión. Como podrán darse cuenta, nadie sabía tocar su instrumento y las letras se nos ocurrían en el momento. Nuestro lema era: "velocidad, desfase, inconsecuencia: Ron damón 100% roquirrol"
Cuando empezamos nadie nos invitaba a tocar, así que nos colábamos en las tocatas "a la mala": terminaba de tocar una banda y nosotros nos subíamos y conectabamos nuestros instrumentos a lo amplificadores...mientras nos obligaban a bajarnos del escenario nosotros suplicábamos que nos dejaran tocar un tema y que no molestaríamos más. Nadie nos tenía fe, hasta que: 1,2,3,4... se armaba el pogo, todos bailando a combos y patadas (como es usual en una tocata punk) y luego tocábamos nuestro ska rudimentario que hacía bailar a toda la concurrencia -bastante alcoholizada- lo que nos dejaba muy felices, pues creíamos que nos bajarían a golpes. El resto de las bandas se peleaban por tocar después que nosotros, pues teníamos al respetable entusiasmado.
Después nos invitaban por medio de otras bandas que eran nuestras hermanas mayores: "N.T.N." y "Payasos Alcoholicos". Tocamos en varios lugares de Santiago y una vez en la ex-cárcel de Valparaíso. A veces nos iba muy bien, otras mal por el escaso público, pero una tocata que recuerdo muy bien fue en la población La Victoria.
La tocata era en la sede del Partido Comunista -¡qué más rojo podía ser el público!- y compartiríamos escenario con el doble de Zalo Reyes de La Victoria, un grupo Heidi Metal, unos niños bailarines y no recuerdo qué más. La cuestión es que nuestro "vocalista" estaba muy ebrio y abrió nuestra presentación con estas palabras: "¿Saben qué? aquí nosotros somos todos de la UDI, todos...y no estamos ni ahí con ustedes, viejos comunistas pasaos de moda, no estamos ni ahí con los comunistas"
Como se podía esperar, los insultos, la silbatina y los "¡que se vayan!" fueron mayúsculos. Huimos del lugar y la gente pudo disfrutar del plato fuerte que era el doble de Zalo Reyes. No sé cómo sobrevivimos a esa circunstancia tan densa y peligrosa.
Ya casi completando el año de vida de la banda grabamos un ensayo (lo que subí es parte de él). Luego empezamos a adquirir un poco más de técnica y quisimos grabar los temas por pistas. Esto requería de más compromiso, de llegar a la hora a las grabaciones y sobre todo lúcido. Yo en ese tiempo estaba en otra parada, ya no quería más bobadas. Junto con el batero teníamos planeado que, en el futuro, todas nuestras letras serían más "sociales".
La seriedad que queríamos fue la que terminó con nuestra banda punroquer, ya no teníamos los mismos intereses. La mitad del grupo quería hacer más de los mismo y el resto cambiar las letras y no ser tan groseros, darle más contenido. Al final no terminamos de grabar las pistas y se perdió todo, hicimos la última tocata, que fue un fiasco, y se terminó. Ron Damón alcanzó a vivir un intenso año y medio.
Eso es lo que me gusta del punk: es inmediato, cualquiera lo puede tocar, lo que vale no es la técnica ni la belleza como en otros estilos musicales. No es necesario ser músico, sino tener las ganas de decir algo, sea lo que sea. Es pura catarsis o hueveo.